Todo comenzó en el siglo XVII en Pachacamilla, barrio de la ciudad de los reyes, donde un grupo de negros con descendencia angoleña construyeron una cofradía. Estos se reunían en ambientes con grandes paredes de adobe, en condiciones de extrema pobreza, para rendir culto al dios cristiano con mucha devoción. Por 1651 uno de los angoleños pintó en uno de estos grandes muros una imagen impresionante y hermosa, la que realizó con suma devoción y detalle. La pintura mostraba a cristo crucificado con su padre por encima, a María (su madre) a su lado derecho y al izquierdo María Magdalena, los cuales miran con dolor la muerte de se ser querido (Jesús). Cuatro años más tarde de haberse realizado, ocurrió un gran terremoto que marcó la historia de Lima y Callao para siempre que derrumbó una gran cantidad de edificaciones como templos, mansiones, casas, etc. dejando una gran cantidad de muertos y damnificados, pero lo más sorprendente es que a pesar del desastre ocurrido el muro, donde fue pintada la imagen de Cristo permaneció en pie e intacta. Muchos años después San Sebastián, Antonio León, halló la imagen en completo estado de abandono rodeada de escombros que dejo el sismo y comenzó a arreglarla y cuidarla, además este padecía de grandes dolores de cabeza que los producía un tumor benigno que los doctores no podían solucionar. Fue ahí cuando pensó en pedirle ayuda al Señor rezándole a la imagen, lo cual como milagro lo curó de todos sus males. Este evento maravilloso le otorgó un gran poder al retrato iniciando una serie de hechos que la llevarían a lo que es hoy en día.
Durante la historia del Perú el culto al Señor de los Milagros ha ganado importancia y relieve. En la actualidad se le considera mucho en el catolicismo popular. Se puede resaltar que esta devoción está muy compenetrada con nuestras costumbres. Los devotos comparten con Él el dolor y pasión histórica del Perú. En la historia se resalta que fue invocado para defendernos de temblores, pero ahora es invocado también contra carestías y cualquier otra calamidad. Esta es una imagen y símbolo tan importante para el Perú que los fieles hacen presente a las costumbres desde diferentes lugares del mundo. El número de devotos de hoy es realmente indescifrable, pues se aprecia en estas fechas gran cantidad de personas de diferentes edades y clases sociales siguiendo fielmente a la sagrada imagen. Si se habla desde el punto de vista católico, el color morado representa
No hay comentarios:
Publicar un comentario